El 21 de noviembre se consagró como Día del Estudiante, por la gesta cumplida en las Universidades, particularmente en la Universidad Católica Andrés Bello y en la Universidad Central de Venezuela, escenario admirable de la jornada de esa fecha
En su lucha contra la dictadura y como protesta por el anunciado plebiscito que reelegiría al presidente de la República, los estudiantes caraqueños se declararon este día en huelga, contribuyendo en gran medida a la caída de Marcos Pérez Jiménez.
La huelga estudiantil produjo una serie de comunicados que repartieron en volantes. A pesar que la Seguridad Nacional tomó la Universidad Central y puso preso a numerosos estudiantes y cerró los centros de educación superior, tuvo tal éxito que fue uno de los desencadenantes que concluyeron con la huida del dictador Marcos Pérez Jiménez. Desde entonces se celebra el 21 de noviembre el Día del Estudiante.
Por fortuna, tal 21 de noviembre despertó el espíritu de lucha de Caracas, que parecía dormida, pero que estaba próxima a dar las grandes sorpresas en enero de 1958. El Frente Universitario pasó a ser entonces la brigada de ataque callejero, con aquellos muchachos desafiantes, puños en alto y rostros a la luz del sol, que tan pronto mitineaban en Pro Patria y Catia, como en Capuchinos y El Silencio, y que en la etapa final acudieron a las bombas molotov para enfrentar a las fuerzas policiales.
Hoy todavía vemos en las calles de nuestro país y en el mundo los estudiantes luchando por que se respeten sus ideas y creencias.
Extraído de Maestra Asunción